Cuando vida y arte de vivir van juntos se disfruta de la aceptación que nace de la paz de corazón, un estado que queda muy bien reflejado en este famoso cuento chino.
Un anciano ha dedicado toda su vida a la cría de caballos.
Un día, su mejor caballo, un semental que es fundamental para su negocio, se escapa del cercado. Cuando se enteran en el pueblo empiezan a compadecer al anciano. Sin embargo él se dice “suerte o mala suerte, sólo el Cielo lo sabe”.
Pasan unos días y el caballo regresa acompañado de varias yeguas salvajes. La exclamación de la gente es unánime: “¡Qué suerte! ¡Qué afortunado!”. El anciano vuelve a responder: “suerte o mala suerte, sólo el Cielo lo sabe”.
Unos días más tarde, su hijo intenta domar a una de las yeguas. Ésta, encabritada, le tira y le rompe una pierna. El coro de los vecinos no tarda en decir lo previsible: “¡Qué mala suerte!...” El viejo domador de caballos conserva su tranquilidad: “suerte o mala suerte…”.
A los pocos días se presenta el ejército del Emperador para reclutar a todos los jóvenes del pueblo. Se los llevan a la guerra. Sólo el hijo herido del anciano se libra. Con lágrimas en los ojos la gente del pueblo vuelve a exclamar: ¡Qué suerte has tenido, anciano! . Él, mirando al Cielo, sigue diciendo. Suerte o mala suerte, sólo el Cielo…”
¿De dónde le viene al anciano esa paz para aceptar todo lo que acaece sin saltar airado al primer contratiempo? Seguramente su experiencia en la vida le enseñó a tener paciencia, a no hundirse ante la adversidad y a no jactarse ante la fortuna. Más allá de las modas y del imperio de la opinión pública se puede lograr un estado de sencilla felicidad. ¿Acaso no es esto un buen arte de vivir?
viernes, 29 de agosto de 2008
El "Himno de las Cien Paciencias" de Zhang Gong
"Canto de las cien paciencias, a las cien paciencias canto.
La paciencia es la capacidad de aguante de las grandes personas.
La paciencia es el fundamento del hombre noble.
Para el paciente el verano no es caluroso.Para el paciente el invierno no es frío.
Si eres paciente estarás alegre aunque seas pobre.
Si eres paciente tendrás longevidad eternamente.
Por alta que sea tu posición, sin paciencia te derrumbarás.
Por muy rico que seas, sin paciencia acabarás mal.
Sin paciencia un asunto menor se convierte en gran problema.
Sin paciencia cualquier cosa favorable acaba fastidiándose.
Si no hay paciencia entre padre e hijo se pierde la armonía familiar.
Si entre hermanos no hay paciencia se pierde el respeto mutuo.
Si entre amigos no hay paciencia se pierde la confianza.
Si entre los esposos no hay paciencia cada vez habrá más peleas.
¿Cómo fue que Liu Ling perdió su honor? Fue porque impaciente se dio al alcohol.
¿Cómo fue que Chen Ling hundió a su nación? Fue porque impaciente se entregó a la pasión.
¿Cómo fue que Shi Chong arruinó a su familia?Fue porque impaciente le atrapó la avaricia.
¿Cómo fue que Xiang Yu perdió su vida? Fue porque impaciente sucumbió a la ira.
Ningún delincuente actual entiende qué es la paciencia.
Toda acción humana ha nacido de la impaciencia.
Canto de las cien paciencias, a las cien paciencias canto.
El bondadoso aguanta lo que otros difícilmente aguantan.
El sabio soporta lo que los demás no soportan.
Reflexionar primero y examinarse después es la receta de la paciencia.
La norma de la paciencia es hacerse el sordomudo.
Con la palabra paciencia se puede recorrer el mundo entero.
Y con la palabra paciencia se puede hacer amistad con el vecino.
Si puedes aguantar la insipidez de la vida podrás alimentar el espíritu.
Si puedes aguantar el hambre y el frío podrás forjar tu personalidad.
Si puedes aguantar el trabajo duro podrás tener dinero de sobra.
Si puedes aguantar tu impulso sexual no tendrás enfermedades.
Si puedes aguantar los disgustos familiares podrás mantener una buena orientación moral.
Si se puede aguantar la atracción por la comida el destino de los seres quedará intacto.
Si puedes aguantar el deseo de hablar se evitan las disputas.
Si puedes aguantar las ansias de luchar evitarás las venganzas y el arrepentimiento.
Si puedes aguantar los insultos de los demás, ellos mismos apaciguarán sus malas palabras.
Si puedes aguantar los golpes y pisotones de los demás sin devolverlos, sus agresivas manos por si solas perderán fuerza.
Hay que saber que es el aguantar lo que hace a un hombre verdaderamente noble por eso nunca hay que decir que aguantar y ceder sea cosa de tontos.
Mientras una persona está aguantando la gente vulgar sólo se ríe tomándola por tonta, pero cuando ya ha logrado aguantar todo los vulgares reconocen su error y hacen autocrítica.
Por eso, aunque la gente se ría, hay que seguir aguantando y no hacer caso de las palabras ajenas que quieran hacerte abandonar la paciencia.
La paciencia que provoca la risa de los idiotas de este mundo es la paciencia que Dios más valora.
Si no tengo un firme aguante, ¿acaso no obligo a los demás a aguantar más?
Cuando viene una dificultad es cuando más hay que aguantar; cuando ya se ha superado el obstáculo hay que seguir aguantando.
La vida no se altera por aguantar cien veces pero sí se altera si una sola vez dejo de aguantar.
Si no hay paciencia toda la felicidad se fundirá como la nieve pero con paciencia todas las desgracias se evaporarán. "
Dice la tradición que Zhang Gong fue un maestro de gran longevidad y prestigio que vivió durante la dinastía Tang (siglos VII-X d. C.). Su método para cultivar el cuerpo y nutrir el instinto original de la vida se basaba en la palabra “paciencia”. Con él consiguió reunir nueve generaciones en una familia llena de armonía. Sus descendientes recopilaron sus enseñanzas sobre aguantar y ceder en una obra denominada el “Libro completo de las cien paciencias de Zhang Gong”. Este “Himno de las cien paciencias” que acabamos de presentar es un capítulo del mismo, de amplia difusión entre el pueblo.
La paciencia es la capacidad de aguante de las grandes personas.
La paciencia es el fundamento del hombre noble.
Para el paciente el verano no es caluroso.Para el paciente el invierno no es frío.
Si eres paciente estarás alegre aunque seas pobre.
Si eres paciente tendrás longevidad eternamente.
Por alta que sea tu posición, sin paciencia te derrumbarás.
Por muy rico que seas, sin paciencia acabarás mal.
Sin paciencia un asunto menor se convierte en gran problema.
Sin paciencia cualquier cosa favorable acaba fastidiándose.
Si no hay paciencia entre padre e hijo se pierde la armonía familiar.
Si entre hermanos no hay paciencia se pierde el respeto mutuo.
Si entre amigos no hay paciencia se pierde la confianza.
Si entre los esposos no hay paciencia cada vez habrá más peleas.
¿Cómo fue que Liu Ling perdió su honor? Fue porque impaciente se dio al alcohol.
¿Cómo fue que Chen Ling hundió a su nación? Fue porque impaciente se entregó a la pasión.
¿Cómo fue que Shi Chong arruinó a su familia?Fue porque impaciente le atrapó la avaricia.
¿Cómo fue que Xiang Yu perdió su vida? Fue porque impaciente sucumbió a la ira.
Ningún delincuente actual entiende qué es la paciencia.
Toda acción humana ha nacido de la impaciencia.
Canto de las cien paciencias, a las cien paciencias canto.
El bondadoso aguanta lo que otros difícilmente aguantan.
El sabio soporta lo que los demás no soportan.
Reflexionar primero y examinarse después es la receta de la paciencia.
La norma de la paciencia es hacerse el sordomudo.
Con la palabra paciencia se puede recorrer el mundo entero.
Y con la palabra paciencia se puede hacer amistad con el vecino.
Si puedes aguantar la insipidez de la vida podrás alimentar el espíritu.
Si puedes aguantar el hambre y el frío podrás forjar tu personalidad.
Si puedes aguantar el trabajo duro podrás tener dinero de sobra.
Si puedes aguantar tu impulso sexual no tendrás enfermedades.
Si puedes aguantar los disgustos familiares podrás mantener una buena orientación moral.
Si se puede aguantar la atracción por la comida el destino de los seres quedará intacto.
Si puedes aguantar el deseo de hablar se evitan las disputas.
Si puedes aguantar las ansias de luchar evitarás las venganzas y el arrepentimiento.
Si puedes aguantar los insultos de los demás, ellos mismos apaciguarán sus malas palabras.
Si puedes aguantar los golpes y pisotones de los demás sin devolverlos, sus agresivas manos por si solas perderán fuerza.
Hay que saber que es el aguantar lo que hace a un hombre verdaderamente noble por eso nunca hay que decir que aguantar y ceder sea cosa de tontos.
Mientras una persona está aguantando la gente vulgar sólo se ríe tomándola por tonta, pero cuando ya ha logrado aguantar todo los vulgares reconocen su error y hacen autocrítica.
Por eso, aunque la gente se ría, hay que seguir aguantando y no hacer caso de las palabras ajenas que quieran hacerte abandonar la paciencia.
La paciencia que provoca la risa de los idiotas de este mundo es la paciencia que Dios más valora.
Si no tengo un firme aguante, ¿acaso no obligo a los demás a aguantar más?
Cuando viene una dificultad es cuando más hay que aguantar; cuando ya se ha superado el obstáculo hay que seguir aguantando.
La vida no se altera por aguantar cien veces pero sí se altera si una sola vez dejo de aguantar.
Si no hay paciencia toda la felicidad se fundirá como la nieve pero con paciencia todas las desgracias se evaporarán. "
Dice la tradición que Zhang Gong fue un maestro de gran longevidad y prestigio que vivió durante la dinastía Tang (siglos VII-X d. C.). Su método para cultivar el cuerpo y nutrir el instinto original de la vida se basaba en la palabra “paciencia”. Con él consiguió reunir nueve generaciones en una familia llena de armonía. Sus descendientes recopilaron sus enseñanzas sobre aguantar y ceder en una obra denominada el “Libro completo de las cien paciencias de Zhang Gong”. Este “Himno de las cien paciencias” que acabamos de presentar es un capítulo del mismo, de amplia difusión entre el pueblo.
jueves, 7 de agosto de 2008
WEN-TZU 50
Lao Tse dijo:
Exquisitas son las recompensas del generoso, profundas las calamidades de los amargados.
Quienes dan poco pero esperan mucho acumulan amargura y no pueden tener sino problemas.
Observa cómo van, y conocerás cómo vienen.
Exquisitas son las recompensas del generoso, profundas las calamidades de los amargados.
Quienes dan poco pero esperan mucho acumulan amargura y no pueden tener sino problemas.
Observa cómo van, y conocerás cómo vienen.
lunes, 4 de agosto de 2008
HUA HU CHING 27
No pienses que un ser integral tiene la ambición de iluminar a los que no son conscientes o de elevar a las personas mundanas al reino de lo divino.
Para él no existe yo y el otro, y por ello, nadie a quien elevar; ni cielo ni infierno y por tanto ningún destino.
En consecuencia su única preocupación, es su propia sinceridad.
Para él no existe yo y el otro, y por ello, nadie a quien elevar; ni cielo ni infierno y por tanto ningún destino.
En consecuencia su única preocupación, es su propia sinceridad.
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